Por Txino.
¡Ni que te fusilaran!
Dicen de vuelta que has muerto: ¡que te fusilaron junto a otros! que te mataron los que salvaban “la patria”.
Dicen que de vuelta te han matado, que por porfiado cómo eres y fuiste, te has ido a los infiernos más bellos y la tierra bien surcada; esa de la sandía y los conejos de entre quebradas. Dicen que de una vez -y para siempre- te han vuelto a dar por muerto; que sigues moribundo entre rocas y cerros. Que te alimentaste de hierbas y generosas venitas de agua que te comprendieron. Que sobreviviste, alimentado y maldiciendo. Y fue la sangre de tus hermanos de la vida campesina y los callejones de Paine, la que te puso a salvo y en nosotros. Que tu cabello rojizo hace que el Sol se destelle y no pueda mirar tanta injusticia; la misma a la que le saliste al camino hasta encontrar a tus compipas… y, tal vez, el “txaleco” ensangrentado de tu compadre Pereira… Dicen que te has vuelto a ir para no volver a hacernos sonreír la ingrata justicia.
Dicen que te mataron los cobardes de siempre y que aún no podrán siempre sonreir de la muerte tuya que no pudieron.
Por eso digo: ¡Nunca te mataron!
Y porque me lo dijo alguna vez mi abuelo. Y tú un día: “¡Todavía me deben la plata que me robaron esos contxetumadres!”,
Fue por ahí; por ahí, por la conversa en Los Quillayes, por allí. Por allí, por ese Cullipeumo donde clavaste también tu roca bien al flanco de tus hermanos de clase, como una lápida que brilló estrella en ascuas y orgullosa Victoria. La Victoria que tú, Colorín, enarbolaste por tus amigos Carlos, Pedro, Orlando, Raúl… y heredaste a un pueblo que no se cansa de lutxar, Colorín. Dicen que te han matado; algo así como cuando ayer te quisieron matar. Pero, hay un detalle, viejo bello, ni te pudieron ni podrán matarte. En tu roja cabellera sigue brillando la dignidad campesina. Seguirá fulgorosa la decisión de los pobres del campo y la ciudad, como firme vida.
Te dije, oye, guerrero de mil batallas, nunca te mataron, que así fuera que te fusilaran.
A decir de Benedetti: Colorín, colorado, este cuento no ha terminado… así te fusilaran de vuelta, porque aquí seguirás viviendo.
A Alejandro Bustos.
Julio, 2025.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida de Piensa Prensa (@piensaprensa_ig)