Sobre la guerra de liberación nacional palestina (segunda parte)

Por Centro de Investigación Popular Juan Segundo Leiva

Sirviendo a su amo yanqui, el Estado sionista de Israel comenzó a preparar una nueva operación militar sobre Gaza en mayo de este año. Gaza totalmente cercada, con sus 40 kilometros de largo por 15 de ancho, en donde vivían más de un millón y medio de personas, se ha convertido en un extraordinario escenario donde se están escribiendo heroicas y conmovedoras páginas de la historia contemporánea de la lucha antiimperialista y por la liberación nacional.

El 18 de mayo de 2025, las genocidas Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron el comienzo de la Operación “Carros de Gedeón”, cuyo nombre hace referencia a la figura bíblica de un general judío del siglo XIII a.n.e. De acuerdo al Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra, esta operación corresponde a una de las más importantes ofensivas militares tras el 7 de octubre del 2023. “Los objetivos principales de esta empresa militar son los de ampliar el control operativo en Gaza, dividir la Franja y desplazar a la población de las zonas en las que se combate”, señala dicho Centro. Combinando ataques terrestres y aéreos buscan el aniquilamiento del Movimiento de Resistencia Islámico Hamas y la liberación de los prisioneros de guerra israelíes.

El Centro de Estudios Estratégicos señala además que, tácticamente, las FDI “han desplegado cinco divisiones en terreno, con diferentes tareas a cumplir. Tres divisiones con un esfuerzo ofensivo: la 36va hacia el sur de la Franja (Rafah y Jan Yunis); la 98va en el centro de la Franja (área de Al-Qarara); la 162va hacia el norte de la Franja (As-Siafa y Beit Hanoun); y dos divisiones con esfuerzos defensivos: la 143va asegurando la frontera sur a través del corredor de Filadelfia y la frontera este, desde Kelem Sharom cruzando hasta Bureij; y la 252va asegurando la frontera norte y este desde Erez cruzando hasta Bureij y manteniendo el corredor de Netzarim.”


MAPA INFOGRÁFICO: Despliegue del ejército israelí al 19 de mayo. Fuente: Centro de Estudios Estratégicos del Ejército de Chile.

Transcurridos más de dos meses de esta Operación, se evidenció su fracaso total, expresado en que ninguno de sus objetivos explícitos fue cumplido. La razia fascista de Netanyahu, quién ordenó la operación, solo sirve realmente al propósito de erradicar por la fuerza al pueblo palestino, a través de la hambruna y el genocidio. Pero la resistencia de este pueblo se yergue robusta y victoriosa, como un gran bastión antiimperialista ante las cobardes fuerzas enemigas.

La magnitud de esta operación y sus consecuencias humanitarias han llevado a cínicos pronunciamientos de diversos gobiernos imperialistas en Europa, sin embargo, el significado internacional y su impacto en la situación de medio oriente es mucho más complejo y requiere de un análisis con un poco más de profundidad, como marco para entender la resistencia palestina y su importancia a nivel mundial, cuestión que nos proponemos explicar a continuación.

Mientras más hablan de paz, más se preparan para la guerra…

Las contradicciones se han agudizado en el Medio Oriente, en especial desde octubre del 2023. Los conflictos regionales aumentan y se expanden, cubriendo una amplia zona que incluye desde África hasta la llamada zona del indo-pacífico. Israel busca asegurar para su amo yanqui una zona segura a través de una guerra de exterminio y la ocupación. Esta zona abarca el Líbano, Siria e incluso considera el enfrentamiento abierto con Irán. Israel también sigue ampliando la ocupación de Cisjordania con nuevas colonias militarizadas, constriñendo más y más a una ya fragmentada Palestina.

Más monopolistas, más parasitarios y en mayor agonía, el imperialismo aumenta su militarización y agresión al mundo y es que es la reacción en toda la línea. Las contradicciones interimperialistas ayer y hoy tiene en las naciones oprimidas su territorio económico a repartir. Y es en el Medio Oriente donde se expresan las condensaciones del contexto internacional inmediato, concretamente hablando, la colusión y pugna entre el imperialismo norteamericano y el imperialismo ruso; también la colusión y pugna con el imperialismo chino. Por su parte las potencias europeas se ponen detrás de EEUU en esta colusión y pugna, no obstante mantener intereses propios por los cuales bregan.

La colusión y pugna entre EEUU y Rusia, y entre EEUU y China respecto a este punto candente antiguo y conflictivo que es Palestina, se debe ver en función de la disputa por la hegemonía mundial. Es una lucha larga por arrebatar a EEUU esa posición, al mismo tiempo que la superpotencia yanqui busca defender sus propias posiciones en la región.

Los imperialistas chinos y rusos, sin embargo, nunca serán un bloque. Hoy son aliados circunstanciales, coludidos a conveniencia para hacer frente a un enemigo mucho más poderoso que ellos. Igualmente pugnan entre ellos por la hegemonía mundial y por establecer su dominio en este importante nudo geográfico que implica el Oriente Medio.

Bajo un análisis basado en la reaccionaria teoría de la geopolítica global, Global Business sostiene lo siguiente: “Siete puntos geográficos de estrangulamiento marítimo configuran el terreno estratégico mundial en la compleja red de la geopolítica global. Tres de estos puntos críticos se encuentran en Oriente Medio, lo que complica los problemas de la región. Por ello, Oriente Medio es siempre inestable.

“Las cadenas de suministros internacionales y el transporte marítimo dependen del Canal de Suez, Bab El Mandeb y el Estrecho de Ormuz en Oriente Medio. Dos puntos de estrangulamiento se encuentran cerca de Israel y uno de los Emiratos Árabes Unidos.”

“…el 80 % del comercio mundial depende de las rutas marítimas. Esto hace que los puntos de estrangulamiento mencionados sean aún más importantes.”

China, bajo una dirección revisionista ha se ha configurado como una potencia socialimperialista: socialistas de palabra pero imperialistas en los hechos. Y como una potencia, aspira a convertirse en superpotencia. Esa es su política. Anhela dominar el mundo, dominar toda Asia, controlar el medio oriente y tener preponderancia sobre Europa, arrebatarle a EEUU el dominio de América Latina, etc.

Sobre China se puede decir que no enfrentan problemas urgentes. En Medio Oriente y en particular en Palestina, centran en la colusión con la superpotencia yanqui y se presentan como intermediarios para contener o desaguar este punto conflictivo así como otros puntos.

El cinismo chino se plasma en una “estrategia colaborativa” cuyos verdaderos intereses imperialistas se encubren en una supuesta y desinteresada neutralidad. Así lo plantean en un artículo de mayo de este año analistas de la Universidad de Pekin: “En lugar de posicionarse como el único arquitecto de un proceso de paz, Pekín podría trabajar en conjunto con mediadores establecidos del mundo árabe, Estados Unidos y Europa. Tal marco multilateral permitiría a China aprovechar sus fortalezas únicas —su autoridad moral, su creciente influencia económica y su compromiso con el no alineamiento— mientras mitiga los riesgos asociados con la intervención directa en un conflicto volátil.” Luego agregan: “A medida que la influencia estadounidense en Oriente Medio disminuye en medio de un creciente escepticismo sobre su sesgo proisraelí y propuestas políticas controvertidas, modelos alternativos de mediación están ganando tracción. Los esfuerzos de Pekín, si se recalibran y revitalizan, podrían ofrecer un nuevo paradigma para la construcción de la paz —uno que defienda la multipolaridad, respete las sensibilidades regionales y priorice tanto la desescalada como la reconstrucción. Al hacerlo, China no solo reforzaría su imagen como mediador justo y basado en principios, sino que también contribuiría a un reequilibrio más amplio del poder en una región dominada durante mucho tiempo por la hegemonía occidental.”

Sin embargo, insistimos, China opera a través de la colusión y pugna, para irse posicionando más y más política y económicamente en la región, mantiene un activo intercambio comercial y compromisos económicos con el gobierno sionista de Israel. China reunió a mediados del 2024 a doce fuerzas palestinas a fin de promover un acuerdo y fungir de gran mediador en la zona y en especial en el punto de conflicto. Sabe jugar a dos bandos. Pero lo que busca es que las fuerzas de la resistencia popular se pongan bajo su bastón de mando y poder jugar a pacificador.

Indudablemente tiene un interés especial en los recursos del Oriente Medio. De esta forma aprovecha la situación inmediata.

Igualmente, están desenvolviendo grandes planes para contender por la hegemonía mundial. Por ejemplo, en su plan de la “Ruta de la Seda” o su denominada “Iniciativa de la Franja y Ruta”, han ganado importantes posiciones económicas y comerciales en distintos puntos del planeta. En torno de estos puntos contiende con el imperialismo yanqui.

Pero para un control efectivo tendrán que entrar en nuevas guerras de agresión y necesitarán ocupar territorios para consolidar su dominio. Esa diplomacia de “poder blando” (soft power) de la política exterior china, basada en una pretendida atracción, persuasión y cooperación, cederá su posición a la agresión y el poder militar. Para ello se ha venido preparando, y su agresividad se puede apreciar a la hora de cobrar los empréstitos a los países pobres. “La colusión es transitoria, la pugna, como la lucha, es lo absoluta”, sostiene el Presidente Gonzalo.

La cuestión palestina pone a prueba a todos.

Pero EEUU no va a soltar a Israel ni la región sin dar una dura batalla en todos los terrenos.

Hoy el imperialismo yanqui ampara política y financieramente al Estado de Israel, juega a varias cartas o más bien juega un ajedrez complejo, utiliza Arabia Saudita y a Israel, a fin de crear una zona bajo su absoluto control. Si fracasa con uno, intenta con otro, solo que Israel tiene insuficiente peso y es muy costoso sostenerlo como cuña en el Medio Oriente, lugar que ocupó antes Irán, al menos hasta 1979.

Es justamente en Palestina, en esta batalla por el control del medio oriente, donde se puede apreciar como se hunde y socava más el imperialismo yanqui, desenvolviendo la más descarada y desenfrenada política de superpotencia, como no se veía hace muchas décadas. Esto es lo que refleja o representa este segundo gobierno de Trump. Así lo resume la Deutsche Welle: “Donald Trump ya tomó decisiones de gran alcance con respecto a Oriente Próximo en su primer mandato: EE.UU. reconoció las zonas de Jerusalén Este y los Altos del Golán anexionadas por Israel como territorio israelí. Jerusalén fue reconocida como capital y la embajada estadounidense se trasladó allí.” … “Durante su primer mandato, uno de los objetivos era crear una “OTAN árabe”, un eje de defensa suní-estadounidense-israelí como baluarte contra Irán. Arabia Saudita probablemente también tendría interés en ello.”

Estados Unidos busca fortalecer sus posiciones frente a la creciente penetración y disputa china y rusa. China busca ponerse por encima de este viejo conflicto sin dejar de contender sobre este. A su vez, Francia e Inglaterra, dos imperialismo aliados de EEUU, tampoco dejan de contender por esta región, en especial el belicismo inglés.

Los intereses del imperialismo inglés, más allá de las recientes condenas a Netanyahu, están solidamente asentados. Los británicos temen por alterar aún más la situación regional. Todo esto tiene que ver con que: “en noviembre de 2023, se supo que varias compañías energéticas occidentales, incluida British Petroleum (BP), obtuvieron licencias de exploración de gas en aguas palestinas ocupadas por el Ministerio de Energía israelí.” … “ la licencia de gas de BP en el contexto de su papel más amplio en el abastecimiento de combustible para Israel. BP es el operador y mayor accionista del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC), que suministra a Israel el 28% de su petróleo durante su genocidio.” (https://www.tni.org/en/article/pipeline-to-genocide). China necesita el petróleo con urgencia, y el plan europeo de abandonar los hidrocarburos por energías limpias no son más que cantos de sirena. En las próximas décadas la importancia del petróleo crecerá. EEUU, en su desenfreno, viene promoviendo una despoblación y convertir Gaza bajo su control total en una especie de Riviera del Mediterraneo oriental, y con ello mantener un férreo control sobre los puntos estratégicos para el abastecimiento de hidrocarburos a Europa.

De una u otra manera, la acción militar de la resistencia palestina del 7 de octubre de 2023, arruinó los planes estadounidenses de estabilizar de la región sobre la base de la legitimación del despojo del pueblo palestino. Esto cambió las reglas del juego y la forma de intervenir de los distintos imperialismos. Junto con ello también se ponen en riesgo los oleoductos y rutas comerciales a través de esta zona.

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